La hidratación de la piel es una condición necesaria para mantener la piel en condiciones saludables, protegerla frente a la posibilidad de agresiones externas así como el envejecimiento, radiación solar, frío, fatiga, agotamiento físico y acción de medicamentos. A través de la hidratación se logra recuperar la vitalidad y humectación de la piel.

Una excelente hidratación se puede obtener con la aplicación de cremas, serum, geles hidratantes y mediante la ayuda de aparatología para obtener una mejor penetración del producto.

Las lociones hidratantes contienen sustancias que permiten estas propiedades

de mantener la humedad de la piel y pueden contener varias sustancias como el ácido hialurónico, los hidrolizados de colágeno, elastina, vitamina C, DMAE y peptonas.